La vertu et le vice o la "Ingeniería de Sistemas en América Latina"

14 de noviembre de 2009

Acaeció una vez y durante una época; hace poco más de diez años, que el señor Gualotuña en una empresa, y el señor Tituaña en otra, eran invitados a las reuniones de trabajo teniendo el mismo trato que los demás gerentes de área de sus respectivas empresas. Eso que era aún la época en que los gerentes de área eran reconocidos como teniendo una categoría socioeconómica de élite. Así era y así fue durante toda la época DC en el mundo occidental y el planeta entero.

Cuál no sera ese sino el fenómeno de rompimiento logrado por las facultades de Ingeniería de Sistemas de malla curricular latinoamericana. Donde sucedió que esta carrera era complicadísima y exigente en las universidades de prestigio académico, y en la cual, por esa razón no entraban estudiantes jóvenes provenientes de estratos con holgura económica, pues preferían algo que fuera menos sufrido e igual de remunerado, o bien algo puramente científico y más técnico aún si tenían inclinaciones por las áreas matemáticas; como ingenierías más puras o física cuántica en el exterior.

Sólo los señores Gualotuñas se aventuraban en semejante empresa; y el resultado fue que empezaron a ser contratados, apreciados y esenciales para las empresas…

Luego, con el rompimiento de apertura lograda por los profesionales provenientes de estratos populares en las empresas, llegó a ser normal ver y contratar a personas provenientes de dichos estratos y empezar a verles y hacerles de igual trato. Eso, de la mano con una filosofía mal entendida de la Nueva Era, en la que las vertientes espirituales aconsejaban tratar con amor y ver como iguales a todos.

Eso, sumado además a Hugo Chávez en Venezuela y a Rafael Correa en Ecuador; con constituciones que no solo declaran como derecho la no discriminación racial o social, sino que garantizan la igualdad en todos los sentidos; y como tal obligan a los programas practicados por el gobierno a igualar con incentivos y normas a todas las personas del país.

El adiós al statu quo, como proceso culminante de todos estos antecedentes, se dio al acabar con las clases políticas hegemónicas, y ahí los tenemos: políticos y asambleístas de primera generación profesional, con nulo respeto a la tradición, y con un avenamiento total y desafiante, porque no crecieron nunca con un conocimiento y reconocimiento generacional de las instituciones que conformaban el planeta; de modo que gracias a esa ignorancia son capaces de creer que todo lo que se les ocurre es bueno y que así son todos los demás a los que veían ocupar esos cargos antes de ellos.

Acaece así, que Latinoamérica; por sobre todo, Ecuador, Bolivia y Venezuela está levantando en su institucionalidad productiva pública y privada, y en todo su desenvolvimiento social, a una rémora de personas no inauguradas o en pañales intelectuales y culturales, que hacen más difícil avanzar, en lo que si no se hubiera dado este fenómeno sería: los que tenían empleos de primer nivel los seguirían consiguiendo y los que estaban acostumbrados a una vida de escaso consumo y roce social seguirían con sus pequeños sueños y conformes.

O sea felices todos. Para reflexionar.

Escrito por:
Clarita L. Placencia O.
clarita.placencia@gmail.com
http://peopleonearthtonight.blogspot.com
Ecuador